01-08-2022
El Correo: San Lorentzo Dantza Taldea: 70 urteurrena

Intentamos bailar como hace cien años, mantenemos la esencia

El veterano grupo de dantza San Lorentzo, fundado por Alejandro Aldekoa, celebrará en agosto su 70 aniversario con la ilusión de seguir sumando 

En julio de 1952, un mes antes del día de San Lorenzo, Alejandro Aldekoa, vecino de Berriz, decidió formar un grupo de dantza para actuar en esa festividad. «Alejandro era txistulari y en un mes consiguió enseñar toda la dantzari dantza a los que estaban en el grupo. Ensayaban en la carretera e imagino que se pasarían todo el día bailando, porque un mes es poco tiempo, pero consiguieron bailar el día de San Lorenzo», cuenta Karmelo Angiozar, miembro del grupo que lleva más de 45 años bailando y que fue discípulo de Aldekoa.

Actualmente, más de medio centenar de personas -adultos y niños- forman San Lorentzo Dantza Taldea, que el próximo 7 de agosto bailarán en la ermita de San Lorenzo para celebrar su 70 aniversario. Entre sus miembros están los dos hijos de Alejandro Aldekoa, ya fallecido. Aunque en un principio el grupo estaba formado solo por hombres, con el paso del tiempo se han ido sumando mujeres y niños. «Hace 15 años empezamos a enseñar, porque nos hacemos mayores. En el momento que decidimos empezar a enseñar, nos daba igual chicos o chicas. Enseñamos a dantzaris», apostilla Ismael Lasarte, quien también lleva más de cuatro décadas bailando

Además de actuar en las fiestas de su municipio y en otros pueblos vizcaínos, ha bailado en diferentes puntos de la geografía vasca y fuera Euskadi. En 2018 tuvieron la oportunidad de viajar a Inglaterra para bailar después de que el grupo de Donosti Argiak, que aprendió a bailar con Alejandro Aldekoa hace 50 años, les recomendara. «Ha habido muchos grupos que han aprendido a bailar con nosotros, Argiak de Donosti, Urbeltz, Andra Mari de Galdakao. Todos tenían de referencia a Alejandro y venían aquí a aprender. Los de Donosti, hace 50 años, venían en tren a Berriz, que sería más de dos horas en aquella época, y subían hasta la ermita de San Lorenzo y se pasaban todo el domingo hasta por la tarde, se traían hasta el bocadillo», recuerda Angiozar.

«Un gran maestro»

Para estos dos dantzaris berriztarras, el grupo les ha dado «muchísimo». «Pienso seguir bailando toda la vida, hasta que me aguante el cuerpo. He conocido a mucha gente, pueblos, he hecho un montón de amigos... La dantza es algo alegre, da vida. San Lorentzo es como una familia. Mientras pueda, seguiré bailando», confiesa Angiozar.

A sus 70 años, San Lorentzo es uno de los grupos más longevos de la comarca, aunque reconocen que la situación actual «no es buena». «Iurreta, Garai y Berriz son los grupos más fuertes del Duranguesado, pero no hay muchos grupos. En Berriz somos un pueblo privilegiado porque hay mucha gente, pero hay una falta enorme de txistularis, tanta como falta de dantzaris o más. La pandemia ha hecho mucho daño, porque en dos años no se ha bailado. Nosotros cogemos otra vez ritmo, pero hay ciertas edades que si lo dejas luego cuesta mucho», lamenta Angiozar. Lasarte comparte la opinión de su compañero con respecto a la situación de las dantzas. « El día que no haya grupos será el día que se les eche de menos y el día que no haya un txistulari será cuando se valore», reconoce Lasarte.

Aunque ha pasado más de medio siglo, en el grupo de dantza berriztarra siguen fieles a la tradición. «Bailamos igual que hace 70 años, igual que nos enseñaron», explica Lasarte. Alejandro Aldekoa era partidario de mantener la esencia del dantzari dantza. «Cuando éramos niños queríamos aprender otros bailes, pero Alejandro nos decía que teníamos que conservar lo nuestro. En el 700 aniversario de la Villa de Bilbao fuimos a bailar, siempre nos llaman, porque creen que somos de los pocos grupos que mantienen la esencia de antes, intentamos bailar como hace cienaños», dice Angiozar.

Los dos dantzaris berriztarras recuerdan a Aldekoa como un hombre «duro y estricto, pero muy alegre». «Era un txistulari buenísimo y un gran maestro. Se amoldaba perfectamente a los jóvenes.», recuerda Angiozar. «Se apuntaba a un bombardeo, pero también tenía mucha disciplina», añade Lasarte.

BEA GARNÁNDEZ

EL CORREO

Viernes, 29 julio 

 

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